miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Que pasara en el 2014?

Se acerca un nuevo año y en estas fechas de asueto  invernal muchos se preguntan, mejor nos preguntamos cual va a ser la tónica del cicloturismo en Aragón y en España. La nueva reforma de la Ley de Seguridad Vial promete que el panorama no va a volver a ser el mismo que hemos conocido.
Buena cuenta de ello pueden dar la Moncayo 4 Cimas o La Jacetania, que vieron como la Guardia Civil en su celo de cumplir y hacer cumplir la nueva ley mantenían a los pelotones agrupados hasta el final de las marchas.
Mucho me temo que esto se va a traducir en un descenso del número de inscritos en muchas marchas. Ya hay rumores de que la peña Los Conejos no va  a repetir su marcha de Tarazona para el 2014 ante el desánimo de este año.
 La Quebrantahuesos es otro cantar. Como dijo aquel, con perras chifletes, y el buque insignia del cicloturismo en España se escapa de la nueva normativa, apelando a sus mastodónticas proporciones y al anunciado a bombo y platillo cierre de carreteras. Cosa que me parece muy bien. Seria harto peligroso ver un pelotón agrupado de 8000 ti@s  en el que te puedes encontrar cualquier cosa. La Quebranta pedía a gritos un cierre de carreteras y por fin lo ha conseguido, aún a costa de un espectacular aumento en su cuota de inscripción y siempre en nombre de la seguridad vial y de la mejora de servicios, o sea el plato de macarrones que te comes a la llegada y que ya va por los 60 lereles.
 La gente no paga 30 euros para apuntarse a una marcha e ir de paseo ciento y pico kilómetros. A la gente lo que le gusta es la competición, mejor la pseudo-competición, que para competir ya están las categorías master, con sus reglamentos, sus carreteras cortadas al tráfico y toda la parafernalia que obliga una competición ciclista en una carretera.
Pero las cicloturistas son otra cosa. O deberían serlo. Para empezar la casi totalidad de las mal llamadas cicloturistas deberían ser llamadas ciclodeportivas. Donde lo que prime es el reto competitivo con uno mismo y no con los demás, que para correr contra los demás ya están las carreras.
Yo abogo lo primero por un cambio de mentalidad. Fuera clasificaciones y fuera trofeos. El que quiera correr y llegar el primero que se saque la licencia master y compita. El tiempo en una marcha no tiene que ser más que un dato de referencia para uno mismo.
Creo que todo pasa por un cambio de denominación del mal llamado cicloturismo. Se necesita un reglamento que regule esta realidad  si queremos seguir disfrutando de las marchas tal y como las hemos conocido, con velocidad libre pero con cumplimiento de las normas de circulación.
Fuera clasificaciones pero no fuera tiempos. Ahí es donde radica el ciclodeportivismo. El completar cierto recorrido, en tal marcha, tal día al año con la motivación personal de batir tu propio tiempo, no el de los demás. Incluso sustituir el tiempo total por tramos cronometrados. Al estilo por ejemplo de la Larra-Larrau donde lo único que se cronometra es la subida al puerto de Larrau.
Mientras haya trofeos al primero, segundo... en las marchas nada habrá cambiado y no estaremos dando más que la razón a la Guardia Civil cuando paren y agrupen un pelotón.